Aquellos “Kit Car”, a los cuales muchos definían como un arma de destrucción, cuyo objetivo era vencer a todo vehículo de rallyes que se interpusiera entre el crono y él.
Durante la temporada 1998, Citroën venía de realizar importantes ensayos con sus ZX Grand Raid alcanzando cierto éxito, y el siguiente objetivo era orientar el nuevo producto galo a los rallyes: el Citroën Xsara, cuya primera fase había sido presentada un año antes.
Obviamente, aquellas intenciones tenían como primer objetivo el campeonato nacional, en este caso el francés. Sabiendo la ruta y el destino, el nuevo Xsara evolucionó bajo el reglamento de la clase F2, que correspondía a vehículos con motores de un máximo de 2.0 litros y tracción delantera.
Este Chassis #01, antes de llegar a la Isla Conejera junto a la familia Suarez, de La Geria Motorsport perteneció Citroën Racing, siendo pilotado por los franceses Philippe Bugalski y Bruno Longepe.
Durante la temporada 1998, Citroën venía de realizar importantes ensayos con sus ZX Grand Raid alcanzando cierto éxito, y el siguiente objetivo era orientar el nuevo producto galo a los rallyes: el Citroën Xsara, cuya primera fase había sido presentada un año antes.
Obviamente, aquellas intenciones tenían como primer objetivo el campeonato nacional, en este caso el francés. Sabiendo la ruta y el destino, el nuevo Xsara evolucionó bajo el reglamento de la clase F2, que correspondía a vehículos con motores de un máximo de 2.0 litros y tracción delantera.
Este Chassis #01, antes de llegar a la Isla Conejera junto a la familia Suarez, de La Geria Motorsport perteneció Citroën Racing, siendo pilotado por los franceses Philippe Bugalski y Bruno Longepe.
11.01.2021 - ©BeniCazorlaPhotography